Diagnóstico
Para confirmar el diagnóstico de una esofagitis eosinofílica se precisa necesariamente la realización de una endoscopia durante la cual se tomará unas pequeñas muestras de tejido (biopsias) y cuyo análisis al microscopio mostrará la presencia 15 o más eosinófilos por campo de gran aumento. Diversos hallazgos endoscópicos refuerzan el diagnóstico de la esofagitis eosinofílica (anillos esofágicos, esófago corugado, exudados blanquecinos…) sin embargo también puede parecer normal, es por ello que la simple apariencia del esófago no permite asegurar el diagnóstico y siempre es necesario la toma de biopsias.
La EoE afecta de manera aislada al esófago, de modo que la inflamación eosinofílica debe estar ausente en estómago y duodeno. Además, deben ser excluidas otras enfermedades, entre ellas y de manera específica la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) que pueden padecerse independientemente de tener EoE.
Las personas que padecen EoE a menudo suelen padecer otras alergias alimentarias, que no son necesariamente las que provocan la EoE. Es decir una persona puede tener alergia alimentaria que de positivo en los test cutáneos o pruebas en sangre de IgE por ejemplo a los frutos secos, pero esta alergia no es la que provoca necesariamente la EoE.